Más de 750.000 personas se han visto afectadas, hasta el momento, por un ERTE derivado de la situación sanitaria que atravesamos. Este ha sido el tema central de nuestro webinar ERTE y Covid-19, que hemos organizado en ADEIT junto con el Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de València. Hemos hablado con una de sus ponentes, la catedrática de este departamento Remedios Roqueta Buj, quien nos explica cuáles son las ventajas y limitaciones de este instrumento.
¿Cuántos trabajadores se han visto, hasta el momento, afectados por un ERTE con motivo de la pandemia?
El número de personas en ERTE se sitúa en 755.000 a 31 de diciembre de 2020, según los datos del Gobierno de España.
¿Considera que es un instrumento eficaz para aminorar el efecto económico de la pandemia?
Los ERTE constituyen un instrumento de flexibilidad que permite alcanzar un equilibrio beneficioso para empresarios y trabajadores. Por un lado, favorecen la flexibilidad interna de los contratos de trabajo, al facilitar el ajuste de las plantillas a las limitaciones de la actividad de las empresas derivadas de la pandemia, evitándose los despidos. Por otro lado, proporcionan a los trabajadores un alto grado de seguridad, al conservar el puesto de trabajo, mantenerse su cotización a la Seguridad Social y cobrar la prestación por desempleo.
¿Qué ventajas presentan para empresas?
El legislador ha adoptado una serie de medidas en materia de ERTE que persiguen evitar que una situación coyuntural como la actual, derivada de la pandemia, tenga un impacto negativo de carácter estructural sobre el empleo.
Los ERTE podrían mejorarse con una mayor claridad en la normativa aplicable, simplificando su gestión y dotando de más medios a los organismos públicos con competencias en la materia
Las medidas adoptadas tienen, entre otros, los siguientes objetivos: la delimitación de la fuerza mayor relacionada con el COVID-19, la flexibilización y agilización de los ERTE vinculados con el COVID-19 y la rebaja de las cargas empresariales mediante exenciones en la cotización a la Seguridad Social respecto de los trabajadores afectados por los ERTE e, incluso, respecto de los trabajadores que reinicien su actividad.
¿Y para los trabajadores?
Se ha mejorado la cobertura prestacional por desempleo respecto de los trabajadores afectados por los ERTE por causas relacionadas con el Covid-19 y se ha minorado el impacto negativo sobre el empleo y la actividad económica, dando prioridad al mantenimiento del empleo sobre los despidos.
¿Cuáles están siendo los principales problemas en su aplicación?
La gran complejidad de la normativa aplicable, la excesiva burocracia en algunos aspectos de la gestión de los ERTE y la falta de medios materiales y sobre todo personales de los organismos públicos con competencias en la materia, singularmente el SEPE. Y, en fin, el mayor problema, obviamente, deriva de la propia pandemia y de la circunstancia de que se está prolongando en exceso.
¿Cómo podría mejorarse su funcionamiento?
Con mayor una mayor claridad en la normativa aplicable, simplificando la gestión de los ERTE y dotando de más medios a los organismos públicos con competencias en la materia, singularmente el SEPE.
¿Hasta cuándo se van a poder aplicar en nuestro país?
El Gobierno y los agentes sociales están negociando la prórroga de ERTE. Durante la primera reunión para prorrogar los ERTE más allá del 31 de enero, hubo coincidencia entre las partes en que la nueva prórroga debía llegar al menos hasta el 31 de mayo de 2021.