¿Cuáles son los retos de la digitalización? ¿Están las empresas españolas preparadas para la transformación digital? ¿Qué oportunidades ofrecen los fondos #NextGeneration EU para impulsar este proceso en España?
Hemos hablado sobre todos estos temas con Francisco Pérez y José María Peiró, investigadores del IVE y catedráticos eméritos de la Universitat de València, que han participado en uno de nuestros webinars.
Pese a que –afirman estos expertos– el acceso del sector empresarial a las redes de comunicaciones y el equipamiento físico es alto, no lo es tanto la capacidad de aprovechamiento de esta tecnología. Según datos del Índice de Digitalización Europeo (DESI), España presenta posiciones débiles en los indicadores de aprovechamiento y gestión del equipamiento tecnológico y en la cualificación para utilizarlo de forma competente.
FRANCISCO PÉREZ
Director de Investigación del IVIE y catedrático emérito de la Universitat de València
¿En qué situación se encuentra el tejido productivo español en materia de digitalización actualmente?
El tejido productivo es heterogéneo en muchos sentidos, y también en digitalización. Cuatro rasgos a destacar, de carácter general, son: el acceso a las redes de comunicaciones es alto y el equipamiento físico también, en general; existe mayor debilidad en cuanto a la capacidad de aprovechar el equipamiento, debido a las carencias formativas y organizativas; en las pequeñas empresas y microempresas el avance de la digitalización es menor; aunque en general la conectividad es buena, no es de la misma calidad en todo el territorio, y en algunas zonas concretas (municipios y polígonos) las limitaciones dificultan la digitalización de las empresas.
No se trata solo de hacer inversiones para la digitalización, sino también reformas; sin ellas las inversiones no ofrecerán los resultados esperados
¿Cuáles son los principales retos o dificultades que presenta la digitalización para las empresas españolas?
La digitalización afecta a tantos ámbitos de las empresas (productivos, relaciones con proveedores, logísticos, comerciales, de recursos humanos…) que su asimilación implica en muchos casos un verdadero cambio del modelo de negocio. Para muchas empresas el gran reto y la mayor dificultad es pasar a ser organizaciones digitales en su conjunto.
En ese marco general, uno de los mayores retos de la digitalización organizativa es la transformación de los puestos de trabajo y la selección y preparación de las personas que los han de ocupar para aprovechar a fondo las nuevas tecnologías.
¿En qué medida pueden ayudar a impulsar la transición digital en España los fondos Next Generation de la EU?
Son una gran oportunidad porque aportan recursos y señalan muchas direcciones de avance de la digitalización que nos interesan. También es muy importante su mensaje de que no se trata solo de hacer inversiones sino también reformas, pues sin ellas las inversiones no ofrecerán los resultados esperados.
¿Creen que esta medida será suficiente para conseguir el objetivo de la digitalización en España?
Los fondos europeos deben ser acompañados por iniciativas nacionales y regionales. En se sentido, son muy aprovechables las orientaciones de la Agenda Digital 2025 del gobierno español y los documentos que la desarrollan para orientar los cambios en competencias digitales, digitalización de las pymes y digitalización de las AAPP, entre otros. Asimismo, son valiosas las iniciativas que contempla la Estrategia Valenciana para la Recuperación en relación con la digitalización.
Uno de los mayores retos de la digitalización organizativa es la transformación de los puestos de trabajo
¿Qué otras medidas cree que pueden adoptarse para conseguir la digitalización?
Son muchas y dependen de muchos agentes. Al final, la digitalización será el resultado de las medidas adoptadas por las empresas, las administraciones, los centros educativos y las familias para prepararse y poner en práctica las nuevas tecnologías. Sin esas actuaciones «de última milla» las políticas no llegarán a su destino ni tendrán el efecto deseado.
JOSÉ MARÍA PEIRÓ
Investigador del IVIE y catedrático emérito de la Universitat de València
¿Cómo debe trasladarse la transformación digital al mundo del trabajo?
El trabajo es uno de ámbitos «naturales» en los que se está produciendo la digitalización. Se ha venido produciendo ya de forma incremental, a menudo fragmentada y ocasional, en diversos puestos, empresas y ocupaciones. Estamos en una etapa de aceleración de esa digitalización que ha sido magnificada y aumentada mucho por la pandemia. En los próximos años se van a producir cambios disruptivos en los que la digitalización requerirá un replanteamiento y rediseño de los modelos de negocio y con ello del sistema de trabajo, y otras funciones de las empresas.
¿Están las empresas españolas y sus profesionales preparados para la digitalización?
Valorar la preparación de las empresas para la digitalización requiere la consideración de múltiples aspectos: estratégicos, tecnológicos, organizativos, de dirección y de capital humano. En todos ellos hay una gran diferenciación entre las empresas españolas en función de factores como el sector, el tamaño, el territorio y la etapa de desarrollo en que se encuentran, entre otros. Si atendemos al Índice de Digitalización Europeo (DESI), nuestro país presenta posiciones más débiles en los indicadores de aprovechamiento y gestión del equipamiento tecnológico y en la cualificación para utilizarlo de forma competente. Así pues, los aspectos relativos al capital y recursos humanos y el desarrollo directivo se presentan como retos fundamentales.
La formación continua va a resultar un antídoto importante para mantenerse empleable y empleado en el mercado de trabajo digital
¿Cuáles son los riesgos de la automatización en materia de desaparición de puestos de trabajo?
Se ha analizado y debatido mucho sobre esta cuestión y existen estimaciones diversas sobre el volumen de puestos que desaparecen y los que se crean en situaciones de cambio tecnológico. Los datos indican que en cambios anteriores el balance ha resultado positivo. En esta ocasión se debate acerca de si de nuevo será este el patrón resultante. En cualquier caso, el reto importante es que las personas tengan la oportunidad de prepararse y lo hagan para desempeñar los nuevos puestos. Eso requiere un replanteamiento a medio plazo en el sistema educativo para formar adecuadamente a los jóvenes que van a acceder al mercado laboral y también un fortalecimiento de la formación continua para quienes ya están en él. De todos modos, van a ser muchos más los puestos de trabajo que se transformen que los que desaparezcan por completo. Por ello, la formación continua va a resultar un antídoto importante para mantenerse empleable y empleado en el mercado de trabajo.
¿Qué pueden hacer las empresas para conseguirlo?
Las empresas han de abordar el reto de su digitalización para innovar sus modelos de negocio y potenciar su competitividad en su entorno. Ahora bien, la transformación digital se ha de abordar de forma sistémica y con la integración de aspectos de negocio, tecnológicos, humanos y organizativos. No cabe concebir la incorporación de una tecnología de forma determinista sin tomar en consideración los otros aspectos de la empresa. Por lo que se refiere a las personas, es importante cuidar el rediseño de procesos y puestos de trabajo, incluyendo el teletrabajo, y considerar el aspecto humano de los mismos. También importa reconsiderar las políticas y prácticas de recursos humanos y las formas y competencias en la dirección de personas. Por último, hay que prevenir los riesgos para la salud de los trabajadores.