¿Cómo puede contribuir la compra pública a promover la innovación? ¿Qué beneficios puede aportar a la sociedad? ¿Cuáles son las principales dificultades? Hemos hablado sobre todos estos temas con Mª Pilar Batet, jefa del Servicio de Contratación y Central de Compras en la Diputación Provincial de Castellón y con Carmen de Guerrero, profesora titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza. Ambas han participado, junto con otros especialistas en materia de contratación pública, en nuestro curso La contratación pública sostenible e innovadora ante los nuevos retos sociales, coordinado por Gabriel Doménech, catedrático de Derecho Administrativo de la Universitat de València.
MªPILAR BATET
Jefa del Servicio de Contratación y Central de Compras en la Excma. Diputación Provincial de Castellón
¿Cuáles son los beneficios de la compra pública innovadora? ¿Cómo repercute en la sociedad?
Los beneficios son enormes: mejores infraestructuras, menor impacto medioambiental. Todo redunda en una mejor calidad de vida del ciudadano.
La compra pública innovadora redunda en una mejor calidad de vida del ciudadano
¿Cuáles son las principales dificultades para su puesta en marcha?
Querer hacer las cosas como siempre se han hecho.
¿Qué haría falta para que se generalizara? ¿Cómo podría impulsarse?
Concienciación y formación.
CARMEN DE GUERRERO
Profesora titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza
¿Cuáles son los beneficios de la compra pública innovadora? ¿Cómo repercute en la sociedad?
El beneficio principal es poder desarrollar y comprar soluciones no disponibles en el mercado que responden a necesidades públicas. La repercusión en la sociedad se produce en múltiples facetas ya que mediante la compra pública innovadora se pueden conseguir diversos retos sociales, del ámbito de la sanidad, medioambientales, de apoyo a las pymes, etc.
¿Cuáles son las dificultades para su puesta en marcha?
La dificultad más grande para su puesta en marcha es la novedad que supone esta nueva forma de comprar I+D y/o productos, servicios y obras, vinculada al poco tiempo disponible para planificar y diseñar las licitaciones y la inseguridad que produce gestionar aspectos novedosos como el riesgo asociado al contrato y los DPI.
¿Cómo podría impulsarse?
Si los gestores públicos fueran más conscientes de los beneficios que pueden lograr mediante esta forma de contratación sería mucho más sencilla su generalización, al menos en los casos en que se pretenda solucionar una necesidad pendiente. Para ello es muy positivo la realización de jornadas de difusión y formación, y el conocimiento de buenas experiencias de otras administraciones.